¿Puedo importar sin ser una empresa? Todo lo que hay que saber

Dic 12, 2025 | Blog

La pregunta aparece una y otra vez entre emprendedores, freelancers y pequeños proyectos que quieren dar el salto al mundo de las importaciones: ¿es obligatorio tener una empresa para traer productos desde China a Argentina?
La respuesta corta es: no siempre. La respuesta larga —y la que realmente importa— es que el camino depende del tipo de operación, del volumen y del objetivo comercial que persigas.

En otras palabras, sí se puede importar sin constituir una empresa, pero no de cualquier manera y tampoco en cualquier escala. Y ahí es donde muchos se equivocan: creen que importar como persona humana es un atajo para evitar trámites o costos, cuando en realidad el régimen tiene limitaciones estrictas que pueden determinar si tu negocio es viable o no desde el primer día.

Este artículo explica con claridad cómo funcionan los regímenes disponibles, qué límites existen, qué riesgos aparecen cuando el volumen crece y cómo evaluar si conviene hacerlo como individuo o si es mejor profesionalizar la operación. También verás cuándo tiene sentido apoyarse en especialistas, sobre todo en etapas donde cada decisión afecta la rentabilidad final.

El mito más común: “importo como persona para evitar trámites”

Muchos emprendedores llegan al mundo de la importación con la impresión de que operar como persona física es más simple. Técnicamente, sí: el Régimen de Pequeños Envíos (también conocido como courier puerta a puerta) permite recibir productos del exterior con menos burocracia.

Pero el problema es otro: no está pensado para desarrollar un negocio estable, sino para compras personales, reposiciones puntuales, muestras o testeo de mercado. Intentar sostener un emprendimiento creciendo sobre ese régimen termina chocando con tres grandes límites:

  • Los topes de valor anual, que se alcanzan rápido incluso con productos de bajo costo.

  • La dificultad para reponer stock de manera predecible, porque cada envío está sujeto a variaciones.

  • La imposibilidad de escalar, ya que no permite importar pallets, contenedores mixtos o consolidación de carga con proveedores diversos.

Por eso, quienes empiezan investigando cómo importar sin ser empresa suelen llegar inevitablemente a otra pregunta: ¿qué modelo sirve a largo plazo? Antes de responder eso, conviene repasar cómo funciona el régimen permitido para individuos.

Cómo funciona el régimen puerta a puerta para personas físicas

El mecanismo más común para importar sin empresa es el sistema puerta a puerta administrado por AFIP y Correo Argentino o por couriers privados. Está pensado para compras personales, pero también es útil para emprendedores que están testeando una categoría antes de avanzar hacia una operación mayor.

Este régimen permite:

  • Comprar bienes en el exterior y recibirlos en tu domicilio.

  • Hacer declaraciones simplificadas sin necesidad de despachante.

  • Pagar el impuesto correspondiente antes del retiro o entrega.

Sin embargo, el alcance es limitado. Los productos deben entrar dentro de un valor máximo por envío y un total anual determinado, y la cantidad de unidades por tipo debe justificar uso personal. Esto excluye cualquier operación comercial sostenida o escalable.

Quien quiera dedicar su proyecto a la reventa sistemática de artículos importados rápidamente descubre que el puerta a puerta es un buen comienzo, pero nunca un plan final.

Si entrás en este universo por primera vez y necesitás entender mejor el panorama general, la guía de cómo importar desde China a Argentina ofrece un buen marco inicial.

¿Puedo vender productos importados si ingresan por puerta a puerta?

Técnicamente, la AFIP no exige constituir una empresa específicamente para vender objetos importados, pero sí exige que la operación se encuadre en un régimen de importación comercial, lo cual excluye al puerta a puerta. Es decir: podés vender, pero no podés abastecerte indefinidamente mediante ese sistema.

Si el negocio prospera y la reposición se vuelve frecuente, la operación deja de ser interpretable como uso personal y puede implicar multas, decomisos o problemas futuros para habilitar tu CUIT importador.

Por eso, la recomendación es clara: puertas adentro podés probar, pero si tu objetivo es construir un negocio, necesitás un régimen formal de importación.

Entonces, ¿cuándo conviene importar como empresa?

Constituir una empresa —o iniciar actividad formal como persona humana con CUIT importador— deja de ser un costo y se convierte en una ventaja cuando:

  • Se necesita trabajar con contenedores, pallets o envíos grandes.

  • Hay más de un proveedor y querés consolidar carga para reducir costos.
    Sobre este punto, esta guía sobre consolidación de carga en China resulta clave.

  • La reposición de stock debe ser estable y previsible.

  • El negocio requiere productos con certificaciones o controles específicos.

  • El margen solo se sostiene comprando en fábrica, no en plataformas minoristas.

  • La operación necesita planear precios, impuestos y logística.

Además, para proyectos que buscan dominar su categoría, trabajar con fabricante directo permite inversiones más eficientes, algo alineado con las tendencias del mercado chino que se describen en este análisis de productos para importar en 2025.

En otras palabras: el trabajo profesionalizado no es solo un requisito legal, sino una condición para competir y sostener un negocio real.

¿Qué alternativas existen si todavía no quiero armar una empresa?

Muchos emprendedores se encuentran en este punto intermedio: ya validaron un producto, obtuvieron sus primeros clientes y el puerta a puerta quedó chico, pero aún no quieren asumir los costos administrativos de una empresa.

En esa transición, la clave es planificar. Estas son las alternativas más comunes que suelen evaluarse:

1. Iniciar actividad como monotributista con CUIT importador

En ciertos casos, es posible inscribirse como importador siendo monotributista, aunque la AFIP puede imponer requisitos adicionales según el rubro. Es un paso intermedio, útil para quienes quieren formalizarse sin constituir una sociedad todavía.

2. Publicar las primeras operaciones mediante despachante

Algunos emprendedores inician sus primeras importaciones más grandes directamente mediante un despachante bajo su CUIT personal. Esto permite traer mercadería sin crear una empresa y después decidir si corresponde escalar.

3. Crear una empresa cuando el negocio lo exige

Cuando el volumen lo justifica, una sociedad permite crecer, desarrollar marca, negociar mejor con proveedores, acceder a logística más competitiva y ordenar contabilidad e impuestos.

Lo importante es que la estructura acompañe el tamaño real del proyecto. Importar “de manera casera” funciona solo hasta cierto punto.

Cómo evitar problemas al importar sin empresa

Quienes intentan operar solo con puerta a puerta o sin un régimen comercial formal suelen encontrar obstáculos que retrasan o encarecen la operación. Los más frecuentes son:

  • Dificultad para prever tiempos de entrega.

  • Rechazo de envíos por exceder valores permitidos.

  • Falta de documentación técnica, facturas incompletas o datos que aduana exige.

  • Limitaciones para trabajar con proveedores que requieren órdenes de compra formales.

  • Imposibilidad de pagar mediante mecanismos seguros como transferencia bancaria a fábrica.

Estos inconvenientes pueden afectar incluso operaciones pequeñas, especialmente cuando el proveedor no está verificado. Para quienes estén dando sus primeros pasos, conviene leer esta guía sobre qué es el sourcing y por qué es esencial, donde se detallan los riesgos de trabajar sin estructura.

En definitiva, operar sin empresa es posible, pero requiere conocer exactamente dónde empiezan y dónde terminan los límites legales.

¿Qué pasa si quiero empezar chico… pero pensando en escalar?

Este es el enfoque más inteligente para la mayoría de los emprendedores. Se puede comenzar evaluando productos, pidiendo muestras, analizando proveedores y realizando compras pequeñas. Esto permite:

  • Entender la calidad real del producto.
  • Comparar alternativas de fábrica.
  • Testear demanda local.
  • Ajustar precios y margen.
  • Validar que el proveedor sea confiable.

Cuando el producto demuestra potencial, es momento de profesionalizar la operación. Ahí se vuelve indispensable:

  • Elegir el INCOTERM adecuado.
  • Consolidar carga si hay varios proveedores.
  • Calcular impuestos y costos logísticos con precisión.
  • Emitir órdenes de compra con términos claros.
  • Definir cantidad mínima viable por embarque.

¿Y qué papel cumplen los especialistas en esta etapa?

Quienes empiezan sin empresa suelen necesitar ayuda en cuestiones específicas: verificación de fábrica, evaluación de productos, control de calidad o coordinación logística. Aunque no produzcan un envío grande, ya están entrando en un terreno donde los errores se pagan caros.

Contar con apoyo profesional permite:

  • Evitar proveedores falsos o con historial dudoso.
  • Auditar muestras antes de despachar producción.
  • Coordinar envíos sin que el courier rechace la carga.
  • Evitar costos imprevistos, especialmente en categorías sensibles.
  • Planificar el paso hacia importaciones comerciales con información clara.

La asistencia experta no reemplaza la necesidad de tener una estructura adecuada cuando llegue el momento, pero sí evita que la etapa inicial se vuelva más costosa y complicada de lo necesario.

Conclusión: sí podés importar sin empresa, pero no para siempre

Importar sin tener una empresa es completamente posible, siempre que entiendas que se trata de un régimen limitado, pensado para compras personales o primeras validaciones de mercado.

Si tu objetivo es construir un negocio estable, escalar ventas y trabajar con fabricantes serios, tarde o temprano vas a necesitar formalizar la operación, planificar costos y acceder a regímenes de importación comercial.

La clave es no improvisar: un buen inicio puede ahorrarte meses de errores cuando llegue la etapa de crecimiento.

¿Querés empezar a importar o profesionalizar tu operación?

Si necesitás ayuda para analizar proveedores, entender costos reales, evaluar productos o planificar tu primera importación comercial, podés ponerte en contacto aquí